La añoranza tratando de hilvanar un enredo de ausencia y recuerdos. Nostalgia del viaje, de un instante, de una sensación ya pasada imposible de revivir pero sí de evocar, una y otra vez, con los trazos que regalan una fotografía y una memoria sorprendentemente fiel.
Mandalay, Myanmar. Nada especial por hacer. Una calle salpicada de rojo, charcos, barro y una mirada huidiza que, de repente, deja de serlo. Sonrisa silenciosa al otro lado de la cámara. Un abuelo con falda, con las pupilas destilando orgullo. No quiere interrumpir, que no se rompa la magia.
Morriña de esa magia. Anhelo de regresar como bien indica la raíz griega que sufre por no poder hacerlo. El sufrimiento no sirve, mejor mudarlo en impulso para buscar ahora otros destinos donde perseguir más sonrisas. Y así la melancolía que duele sirve de alimento para nuevas ilusiones.
Sola y, sin embargo, rodeada de gente, de bandejas con huevos, de motos, de gotas tímidas de lluvia, y de perros pendencieros. Diciendo adiós con la mano mientras la magia se pierde en brazos por una esquina y te regala una sencilla felicidad capaz de amordazar antiguas zozobras.
Nostalgia.
julio 11, 2020
¡Precioso!
Si eres una persona nostalgica, también te gustará esta página llena de recuerdos
https://generacionfenix.com/category/remember/
marzo 13, 2014
Precioso Myanmar o Birmania, un país desconocido pero de gente noble, simpatica y abierta. Sin lugar a dudas, merece la pena visitarlo.
Un saludo
Vietnamitas en Madrid
marzo 18, 2014
Toda la razón! Muchas gracias por leerme, te invito a seguir descubriendo el blog
Un saludo viajero
noviembre 30, 2013
Muy bonito y emotivo, me ha encantado
noviembre 30, 2013
Muchas gracias Ivan pero se queda ínfimo al lado del tuyo aunque como ves hemos coincidido en la nostalgia de un rostro. Un saludo viajero
noviembre 29, 2013
Da gusto encontrarse posts como estos en el apabullante universo bloguero. La cantidad de historias que encierran las fotografías. Yo siempre digo que si consigues transportar a quien dedica su tiempo a ese mismo momento, el trabajo ha merecido la pena. Y yo todavía estoy paseando por Mandalay. Gracias !
noviembre 29, 2013
No, gracias a ti por leer este pequeño recuerdo y dejar un comentario que anima a esforzarse un poco más y publicar más a menudo. Gracias de nuevo y un saludo viajero
noviembre 28, 2013
tienes que dedicarte a escribir, te lo digo porque cuando he leido estas lineas tuyas me han emocionado, y si lo has logrado conmigo seguro que con muchos otros, ya has viajado sola que hasta hace poco no lo habias hecho, proximo paso escribir lo haces de diez
noviembre 29, 2013
Muchísimas gracias! Me alegro que te haya emocionado. Gracias por la sugerencia pero escribo desde que aprendí a coger un lapiz, tengo multitid de relatos, alguno publicado y varios premios literarios.
Un beso y gracias de nuevo
noviembre 28, 2013
Uno de los mejores post que he leído, has conseguido teletransportarme a esa calle de Myanmar, allí donde ese abuelo no quiere romper la magia, y donde una persona solitaria se siente rodeada de gente gracias al bullicio de las motocicletas y esa timida gotas de lluvia.
Jesús Martínez
Vero4travel
noviembre 28, 2013
Gracias por tu comentario que me saca los colores.
Un saludo viajero
noviembre 27, 2013
Gracias por abrir mi cajón de recuerdos Laura. Es un placer compartir momentos felices de un viaje
noviembre 27, 2013
Es precioso Patricia, te entiendo perfectamente. Cuántos momentos mágicos se viven en un viaje, cuánta gente que entra y sale, inevitablemente, de tu vida pero cuyo recuerdo, por poco tiempo que estuviéramos con o frente a ellos, se vuelve imborrable.
Me ha encantado el post 😉
¡Un besazo!