Hay ciudades talladas, enriquecidas por la historia, donde las calles susurran relatos de otro tiempo, las fachadas son vigías silenciosas de los cambios de siglo y los adoquines dibujan la semblanza de una antigua cronología narrada en los libros. Pero también existe todo lo contrario, ciudades arrasadas por la historia, en las que apenas quedan testigos del pasado porque han sido literalmente devastados ...